![]() |
Este periodo es como una
canción de Cri-Cri (un compositor mexicano de música y canciones
para niños, muerto en 1990) cuya letra en una parte dice:
"...escondida por los rincones,
la pobre muñeca fea".
Para muchos hijos del malnacido positivismo que desafortunadamente domina
nuestro siglo, la Edad Media es eso, algo que debe esconderse en el fondo
de un ropero. Y todavía hay quien obliga a sus alumnos a creer que
es un periodo "obscuro"; definitivamente hay gente que debiera de estar
vendiendo fruta en una esquina y en lugar de eso los ponen como "maestros",
prostituyendo esa palabra...
Lo cierto es que la Edad
Media es un periodo de esplendor, dominada por el fulgor de Bizancio (395
a 1453), pues la Edad Media, entre muchísimas otras cosas, es la
historia de ese imperio fabuloso que duró mil años de grandeza,
en donde el boato de la corte, la suntuosa arquitectura que hoy podemos
atestiguar en San Marcos y Santa Sofía (entre otras), y la pervivencia
de la cultura grecolatina, dan testimonio de una época que fue destruida
por la envidia (como muchos grupos de homosexuales).
Si no recuerdas mucho la
historia, recordemos brevemente:
A partir de 395, a la muerte
de Teodosio, el último emperador romano, el suntuoso Imperio Romano
se divide en dos y con ellos la cultura y las Instituciones de la época.
El imperio queda dividido en manos de sus dos hijos, ambos menores y cada
uno con un protector. Arcadio (395 a 408) recibe la parte oriental y Honorio
(395 a 423) la occidental, que pronto habrá de desmoronarse.
No, no te voy a aburrir.
Esto es sólo para orientar un poco por donde estaremos.
La cuestión homosexual
permeará durante todo este tiempo y buena parte de ello quedará
reflejada en la literatura y en gran
cantidad de documentos de la época que nos ocupa, como podrás
ver más adelante con los ejemplos que te voy a mostrar.
Nosotros, los que hablamos
español, tenemos que recorrer un poco el destino de lo que entonces
era llamado Hispania y que sólo hasta el siglo XV recupera su unidad
bajo el matrimonio de los crueles reyes católicos, cuyo monstruoso
aparato de tortura llamado Inquisición, padre de las policias judiciales
de todo el mundo, será el eco que hoy conserva los testimonios homosexuales
de la época final del medioevo. El cambio social e intelectual que
se da durante este periodo, permite que desde entonces se implante y genere
la palabra "intolerancia", que tan perfectamente aplican musulmanes, judios,
cristianos y católicos en todas las partes del mundo: la historia
te puede dar todos los ejemplos que necesites y quieras para justificar
esta expresión.
Seguir la Edad Media es,
en relación a la cuestión homosexual, seguir la historia
de la intolerancia, una historia que apenas a partir de la segunda mitad
del siglo XIX, en Alemania, ha comenzado a cambiar de giro, a costa de
muchísimas víctimas. Víctimas caídas ya desde
el desgraciado decreto de Justiniano (527 - 565), emperador bizantino homofóbico,
quien decretó que los homosexuales eran los responsables directos
de las desgracias que padecía el getho cristiano... La persecución
de Diocleciano (303 a 305) hacia los cristianos fue célebre ...
también lo fue en este sentido la de Justiniano, pero contra los
homosexuales ... la puta justicia cristiana de todos los tiempos. ¿o
sólo sería la sed de venganza revanchista? Recordemos que
a los cristianos también les había tocado lo suyo en su etapa
de proscritos:
¿Será
por eso que buscaron un grupo en quién descargar su furia contenida?
Pero volvamos a las fuentes
de la época que nos permiten vislumbrar algo de lo que pasaba con
la cuestión homosexual. Para variar, hechemos un vistazo a lo que
los cristianocatólicos llaman su "conciencia":
Oye
José ... ¿no te puedes rasurar ... tus barbas me pican!
Esta idea parte de
una práctica tribal árabe de los siglos VII y VIII y que
se le conoce como amor UDRI, adjetivo proveniente de la tribu de los banu-udra:
los hijos de la virginidad, y que florecerá con la poesía
y costumbres provenzales del siglo XII, dándose ya los elementos
que muchos homosexuales de hoy siguen al pie de la letra: el desdén,
la lejanía, el amado inaccesible. la ansiedad ardiente, el deseo
permanentemente insatisfecho del amante, la fidelidad al amado, el sometimiento
total. ¿No nos enamoramos aún a la fecha de prototipos inalcanzables,
como si fuera un castigo eterno? ¿No aspiramos a un príncipe
cuando lo que nos corresponde es un sapo? Bueno, las costumbres amatorias
de los occidentales le deben al siglo XII europeo esa manera tan "romántica"
de amar, manera que confío cambie notoriamente con la llegada del
siglo XXI.
Pero regresando a la Edad
Media, en el Siglo XI en Hispania se da el desarrollo de nuevas costumbres
gracias a la mezcla de hebreos y musulmanes en la región de lo que
hoy llamamos Granada: testimonio de ello es la poesía hebrea-granadina
de esa época y que hoy se conserva, a pesar del esfuerzo que los
granadinos de hoy hacen por ocultar su pasado exquisitamente homosexual.
Daniel Eisenberg en un ensayo
titulado "Una temprana guía gay: Granada (Guía emocional),
de Gregorio Martínez Sierra (1911)", publicado por el Centro
de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México
(Erotismo en las Letras Hispánicas; aspectos, modos y fronteras.
1995. Pág. 112) nos dice al respecto:
"Por
la poesía hebrea-granadina del siglo XI, y por la buena suerte que
nos conservó las memorias del último rey zirí, es
forzoso concluir que la homosexualidad y pederastía eran no sólo
frecuentes sino hasta normales entre la aristocracia granadina, tanto mora
como hebrea. La frecuencia del amor homosexual en la Andalucía del
califato y de los reinos de taifas, y las prácticas homosexuales
entre moriscos refugiados en el norte de África, son otra prueba."
Prácticas de las que gozaron no sólo hebreos y musulmanes, sino toda la península en general.
Veremos ahora algunos de los archivos de la Inquisición; y eso, corresponde ya al Renacimiento.
Siguiente |
© 1997 / 2003