In Memoriam: |
Hugo Argüelles Cano | |||
EL CONTEXTO DE HUGO ARGÜELLES
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La cultura mexicana muere una vez más con la muerte de este gran mexicano nacido en 1932 en el puerto de
Veracruz. 1938 - 1944 Construye un teatro de títeres en su casa y adapta
cuentos de Andersen, Perrault y Grimm. 2015 a más de DIEZ años de la muerte de Hugo Argüelles, su patrimonio sigue abandonado siendo pasto de buitres oportunistas. Las promesas que el estado le hiciera en vida al Maestro, jamás se cumplieron y los deseos del Maestro Hugo Argüellles nunca se han llevado a cabo. Su patrimonio destruido, malbaratado y robado por buitres expertos sigue su letal deterioro en lo que fuera su hermosa casa en la calle de Cacahuamilpa. |
Hugo Argüelles tuvo no solo el don de ver en lo más profundo de los seres humanos, sino el gran talento para poder ubicarlos e identificarlos en el tono que les correspondía... porque según el mismo, todos tenemos un tono.... los hay de semitono o de tono completo..... y, a él, jamás le gustaron los tonos medios.
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TESTIMONIOS:
Publicado en
el Homenaje Fílmico Hugo Argüelles. Julio de 2002.
Por
Cineteca Nacional
Testimonio de Vicente Leñero
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Vicente
Leñero: Pero Argüelles es
también, sobre todo, un maestro de grandes generaciones de dramaturgos que
aprendieron en sus clases y sus talleres a entender y dominar la dramática
de la dramática. Sin su presencia como formador e impulsor de escritores,
la historia de nuestro teatro padecería un bache enorme. Él ha impuesto el
rigor y la constancia. Él ha contagiado su entusiasmo para que los
dramaturgos sean eso, exclusivamente dramaturgos. Le debemos un aplauso
de gracias. |
Testimonio de Víctor Hugo Rascón
Banda
Hugo Argüelles en el cine.
¿Hugo Argüelles en el cine? Sí. Muchos conocimos a este escritor primero en el cine, luego en los escenarios teatrales y muchos años después en su salón de clases en ese inolvidable y legendario taller de Cacahuamilpa 6, donde comparte generosamente los secretos de su oficio. El maestro Hugo Argüelles, como le decimos los que nunca hemos dejado de ser sus alumnos, es un autor que nació para ser homenajeado por las más variadas causas, cumpleaños, aniversarios de su primer estreno teatral, reconocimientos a su larga y prolífica trayectoria. Este escritor insólito es un creador de un zoológico humano, espejo de la sociedad. Salamandras, cocodrilos, vampiros, cuervos, gallos, cabras, mantarrayas, arañas, águilas y escorpiones, habitan su teatro, pero también su cine. Cuando los directores dictadores tomaron los escenarios, Argüelles no dudó y defendió su propuesta autoral. Cuando las instituciones y los productores volvieron su vista a los clásicos de la remota antigüedad o las producciones probadas de Broadway, Argüelles insistió en un teatro nacional contemporáneo. Cuando muchos apostaron por el teatro danza, por el teatro plástico o por el teatro video, desde su altivez, mirando despectivamente, él dijo: "esos híbridos, porque son eso, híbridos, no tendrán descendencia, como las mulas". Teatro es escándalo, decía Magaña y sí, podemos comprobarlo: Hugo Argüelles cumple la norma en el teatro y en el cine. Ave de tempestades, Zeus tronante, dramaturgo avasallador, maestro riguroso. Nadie lo vence. Nadie lo detiene. Nadie lo asusta. Hasta la muerte le ha pelado los dientes varias veces. Aunque tiene muchos discípulos y amigos, no es fácil ser discípulo o amigo de Hugo Argüelles. En su casa de la colonia Condesa han sido evocados muchos personajes. Han sido creadas muchas historias, han nacido muchos dramaturgos. Por eso, esa casa mágica, ese laberinto poblado de fantasmas y de seres míticos, memoria teatral, arte y magisterio, música y libros, será algún día un Museo vivo del Teatro, que perdurará las voces y presencias del Maestro. Con sus obras desde un principio dibujó una zoología humana para representar los vicios de la sociedad. Con cada una de ellas ha marcado una raya en el escenario para la pantalla para decir: hasta aquí llegué, a ver quién va más allá. Sus textos disecan el tejido enfermo de la familia, de los hombres del poder; las relaciones insanas entre padres e hijos o dela sociedad toda. Implacable a la hora de crear sus mundos, él mismo es un personaje. Es por eso que no existe otro dramaturgo que tenga un sello tan especial, que lo hace diferente de su generación y de las presentes. Es un hombre que sabe de construcción dramática, domina géneros y estilos, por lo que maneja con destreza su teatro, pero lo que más llama la atención son los temas, la forma de abordarlos, la construcción de personajes y el estudio de caracteres. Al revisar su extensa filmografía, uno se sorprende de los nombres que aparecen en ella. No imagino al maestro Emilio Carballido escribiendo con Julio ALejandro el guión cinematográfico de El tejedor de milagros, basado en la obra teatral de Hugo Argüelles. No imagino al maestro Hugo Argüelles permitiendo que Piporro le escribiera los diálogos para su argumento de Las cenizas del diputado. Conociendo al maestro Hugo Argüelles, no lo imagino escribiendo con Antonio Aguilar el guión de Albur de amor, y menos imagino a Hugo Argüelles escribiendo el guión de Los amantes del Señor de la Noche, sobre un argumento de Isela Vega, para que esa actriz debutara como directora de cine. Dichosos los tiempos, cuando teníamos industria de cine y los guionistas podían escribir hasta cinco películas al año. En 1969 se filmaron La amante perfecta, Las cadenas delmal, Las figuras de arena, Una mujer honesta y Las pirañas aman en cuaresma., basadas en argumentos y guiones de Hugo Argüelles. En los tiempos actuales un guionista, si bien le va, logra que un guión suyo llegue a la pantalla cada diez años. Por otra parte, nunca sabremos si los desnudos femeninos que tanto gozamos los adolescentes de entonces fueron propuestos por el guionista o por su director cinematográfico en turno, entre los que se encuentran Francisco Del Villar, Roberto Gavaldón, José Díaz Morales. Julio Bacho, José Estrada, Julián Soler y Abel Salazar, por citar sólo a algunos. Argüelles tiene un humor negro, un sarcasmo tan especial, que muchos han querido limitarlo, pero han perecido en el intento. Hugo Argüelles pertenece a la estirpe de dramaturgos que dirige sus obras y sus películas desde la escritura. Jamás podrá afirmar que un texto suyo fue traicionado o no entendido, porque ahí está él en los ensayos o en la filmación para evitar que esto suceda. ¿Qué director se va a atrever a enmendarle la plana al maestro Argüelles o eliminarle una escena o un párrafo o un personaje o hacer una interpretación a partir de su texto usado como pretexto? Así como es, así debieron ser seguramente los poetas malditos, los dramaturgos malditos, los creadores malditos. Hugo Argüelles es único e irrepetible. La modestia no es su cualidad más conocida. La humildad no es su palabra preferida. La templanza no habita en su universo. Provocador, francotirador y perturbador son sus verbos. La soberbia, el orgullo y la altivez son sus sustantivos. Temperamental, generoso y explosivo son sus adjetivos. No se le da la síntesis, sino la exuberancia. No se le da la sencillez, sino la complejidad. No se le da el tono bajo, sino el volumen alto. Habla fuerte. Pisa fuerte. Su obra refleja al autor: torrente de palabras, toneladas de imágenes, galería infinita de persoajes, caudal de historias. ¿Cuántas páginas ha escrito? ¿Cuántos universos ha creado? ¿Cuántos alumnos ha formado? ¿Cuántos espectadores han aplaudido sus obras o sus películas? ¿A cuántos ha espantado, asustado, perturbado con sus personajes y con sus historias terribles? Se requiere una vida para leer los doce voluminosos tomos de sus obras completas, para ver su filmografía y para penetrar en su universo dramático. Con sus obras en cartelera, con sus ediciones en teatro, con sus talleres de dramaturgia, con sus películas que la televisión pasa constantemente, con sus declaraciones polémicas, con su patentado humor negro a cuestas, gestando tarántulas astutas, cabras doradas y una parafernalia de personajes zoomorfos que reproducen conductas animales, para que el espectador se vea en el espejo, hay Hugo Argüelles para rato. La Sociedad General de Escritores de México se une con entusiasmo a este homenaje que la Cineteca Nacional y la comunidad cinematográfica le otorgan a Hugo Argüelles. Sólo este homenaje le faltaba. Víctor Hugo Rascón Banda.
Hugo Argüelles. Fotografiado por Ursula Bernhardt, publicada en el
volumen 2 de sus "Obras", Edición Conmemorativa. México, 1994.
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Por
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