EL CONTEXTO DE JOSÉ JOAQUÍN BLANCO:
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Los queridos CINES de ese México ya ido


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Archivo TEC NE
Brillante y fecundo, "Venus Cuarentona, mental y caprichosa, fetichista, escéptica, y cálida
también". Mexicano, nacido en 1951 en la Ciudad de México, y graduado en la
licenciatura de Lengua y Literatura Hispánicas por la UNAM, es autor prolífico
que ha dejado testimonio de su época, tiempos ya desaparecidos por la estupidéz
de una dictadura legalista. Homosexual congruente consigo mismo, es un buen
representante de la literatura y de la crónica homosexual mexicana urbana de la
segunda mitad del siglo XX y en sus obras brillan las ideas, la ironía, el
humorismo, el análisis crítico, pero sobre todo, un espléndido manejo del
idioma. Te ofrezco a continuación algo de su poesía, como un eco de esos tiempos
perdidos y como una muestra de gratitud hacia ti, José Joaquín.
¿Te acuerdas de lo que era el ligue en la calle?:
ELEGÍA DE SAN ÁNGEL
Eyes I dare not meet in dreams:
los propios, desapasionados
ojos en el espejo.
Los conscientísimos, inteligentes ojos propios que te
mandan al carajo.
Cuando al azar te reflejas en el espejeante cristal nocturno
de algún aparador
Eyes I dare not meet in dreams.
Eyes I dare not meet
Eyes : noche de febrero 26, 1978. Adonde quiera que
camines.
Hallarás la introspección. Toda la ciudad nocturna es tu
conciencia en desastre.
Lo que tienes contra ti mismo te sale al paso en todas las
esquinas;
Se articula en juicios, te sentencia, te urge decidir.
Tus ojos son al mismo tiempo los de Dios y los de Caín.
Arboledas del monumento a Obregón. No hay más noche que
un desastre introspectivo.

La noche pasa de largo sin reconocerme:
es la noche de los
otros.
Ha tenido que ver conmigo; pero hoy me ve borracho,
sin rasurar.
Sucio, malvestido. No quiere ni mirarme; la persigo.
(En otras ocasiones me ha enfrentado a la aventura de
otros ojos
Como éstos que ahora pasan junto a mí, sin verme).
"Pero yo conozco la noche", me digo. "La
he vivido: por lo
tanto,
La viviré otras noches". Reconozco las calles planetarias.
Devuelto a la realidad, el fantasma recorre el mundo que
fue suyo:
El mundo está aquí, idéntico y prosigue: "¿cómo en él
no me veo?".

Reitero mis pasos, mis miradas, me
detengo y comprendo
que la noche sigue
Igual de viva: sólo yo me aburro y la estropeo con tedioso
andar,
Enfundado en mis bolsillos, debilitado por débiles
pensamientos.
(Hubo otras noches: las habrá. Alleluia. Alleluia.)
Pero aunque deambule por sus calles un
introspectivo,
Autocritiquísimo depresivo profesional
Que ni consigo sea generoso
(y que en vez de sudarlas en un baile,
Hoce y chapucee en crisis confusas, aunque)
La noche, al cabo Diosa, se vuelca en beneficios,
Recompensa a quien otras noches supo recorrerla:
Atrae recuerdos, paraísos vividos
Que por haber ya existido habrán de repetirse.
(Volver, como fantasma, al mejor momento de la vida,
Velarlo invisible y trágicamente:
Nessum maggior dolore, che ricordarsi etcétera.)

* * *
Tu también, Oh Malhumorado, eres digno
del paraíso
Cuando sepas estar limpio y desnudo. Sumérgete por
mientras en tu mierda.
Ungete de sus borborigmos, púrgate con tus pensamientos,
reconócete
En tus vísceras: indigéstate -sólo así se conquista la
pureza.
No supiste fingir la falsa primavera de amorcillos
entusiastas;
Cupido Vivaracho no atinó en tus sentimientos;
Pero yo, Venus Cuarentona, mental y caprichosa,
Fetichista, escéptica y cálida también,
También hermosa (Sick people have such deep, sincere
attachments, etc.)
Sabré atraerte veranos nuevos. Y esta promesa se da
Mientras caminas tonteando en tu noche sin noche,
En tu soledad sin nobleza, en tu gelatina íntima,
En tu cuerpo sin cuerpo, en tus ansiosas miradas sin deseo:
Whoever you are -I have always depended on the
kindness of strangers.
No, no es la soledad lo que se pudre,
sino la difícil
compañía
De no bastarse uno como cómplice;
Buscar en otros la gentil respuesta que ya uno no se da
a sí mismo;
De la épica y la danza caer al umbral del templo con la
charola y el tilín-tilín del limosnero:
"Fe para quien ya no se toma en serio", "Amor para el
asqueado".
(Al que tenga vida le será redoblada, y a quien la haya
perdido
Hasta de los restos se le habrá de despojar -dijo el Señor.)
La noche te abandona para no irse al carajo como tú
te has ido.
Si sólo hay Noche para quien es Noche en sí mismo, la
habrá para quien lo haya sido.

* * *
Un beso en un bar (que
se parece a un beso),
Un deseo al cruzar la calle (que se parece a un deseo),
Un cuerpo que lo es sin cursivas sólo para quien sin cursivas
sepa serlo,
Todos forman una falsa noche paralela
Que ha dejado de intentar la Noche ... para sólo parecérsele.
Hoy no soy la Noche, pero
quiero parecérmele,
representarla
Eyes I dare not meet in dreams
Apostar máscara contra máscara en un juego ficticio con
empate.
La noche cerrada; el cuerpo es un tronco; la mente, guiso
crudo:
No hay herida: la noche pasa de largo ...
Y la veo sin ojos, con una mueca:
Dos muchachos se encuentran y comienzan. Allelulia.
Alleluia.
No soy yo quien comienza, no soy yo quien encuentra
Pero los veo con mi mueca: con la mueca de una mueca.
La noche es generosa: hay recuerdos.
(Otras noches fui yo el protagonista de esta esquina
Y otros pobres me miraron con sus muecas.)
Hubo cosas comenzadas, alegrías.
Húndete en la mierda de tu descontento;
Así fue Eleusis, así la espiga.
* * *
El amor no se pierde, si vivido
Ve a arreglar tu casa, a encender tu fuego,
A recordar lo que pueda darte impulsos;
Otra noche saldrás con la Noche contigo:
Los recuerdos en flor germinan espigas exteriores,
Espigas exteriores.
La noche se reitera en faroles,
en el asfalto mojado.
Se parece a otras noches que fueron mundo.
Noches felices agradecerán a esta inhabitada noche del sin ,
Del nadie , del no-estar-conmigo ;
Se renace de los propios borborigmos.
Pero cuánto, en otros, esta
hermosa, justa, imparcial noche
benéfica.
Se desborda en los amantes y en sus lechos.
Se oyen confesiones, dudas, inicios.
Qué maravillosa la noche de los otros
He llegado a casa. Desde la
ventana agradezco a la Noche
el recuerdo.
La esperanza realizados esta noche en otros hombres.
Sospecho en departamentos contiguos
El sordo rumor de cuerpos que se juntan.
* * *
Tomado de
Poemas escogidos
Editorial Penélope, México, 1984. Págs. 9 a 13
Este poema también fue
publicado en otra edición más reciente
Elegías
Editorial Quinqué, México, 1992, Págs. 11 a 16. En la misma, el texto
que aquí presento, aparece ligeramente modificado, tanto en la
tipografía, como en algunos versos. Yo me he decidido por la primera
versión. Las tres últimas imágenes de la izquierda, proceden de la
versión de la Editorial Quinqué, 1992, dibujos debidos a Juan
Lorenzo.
José Joaquín Blanco:
Una bibliografía mínima:
De
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